Siempre me ha gustado el Paso Doble. Me encantaba ver cómo se ejecutaba, pero no lo descubrí plenamente hasta que no comencé a bailarlo en clase, y lo entendí cuando comencé a competir con Myriam.

Afortunadamente, Myriam ha sido una gran bailarina de Flamento y me ayudó mucho a interiorizar los movimientos. Incluso se trajo una capa a las clases para poder ayudarme a comprender plenamente la caracterización de las diferentes figuras.

El Paso Doble es el único baile de los géneros de salón o latino en el que la caracterización y la expresión emocional son más importantes que la precisión técnica. Aunque la Rumba también tiene mucha expresión emocional, gran parte de la atención en la Rumba se centra en la técnica, como el enderezamiento de las piernas y la sincronización de la posición del cuerpo en relación con la posición de los pies. Este tipo de pensamiento no se aplica realmente en el Paso. Nos gusta que se usen los tacones para caminar y necesitamos tener el peso en el lugar correcto, pero en general hay mucho menos que en otros bailes en cuanto a detalles técnicos.

Además, el Paso Doble es el único baile en el que la mayor parte de la atención recae en el hombre. Por eso lo llamamos baile de hombres. El tango también presta bastante atención al hombre, pero sigue estando en un segundo plano, lo que permite que la acción de la mujer sea más importante durante la mayor parte del baile. Por ejemplo, en el Tango vemos a la dama reaccionar a la dirección de los enlaces de la Promenade, pero realmente no debemos notar que se da la dirección. El hombre debe liderar con fuerza, pero de forma que apenas se note. En el Paso, él está al frente y en el centro durante todo el baile, mostrando fuerza, confianza y sí, incluso arrogancia.

Los matadores que participaban en las corridas de toros eran sumamente arrogantes. Su capacidad para enfrentarse a un toro de 600 kilos mientras permanecían quietos y con un control absoluto era legendaria. Esto se caracteriza en gran medida en la danza. La quietud es un elemento vital de una gran actuación de Paso Doble. Los movimientos deben ser claros y controlados durante todo el baile.

A diferencia de otros bailes, la dama debe mantener su atención en el hombre en todo momento para poder representar correctamente la capa. Hay una especie de concentración de ambas partes en su actuación, al igual que el matador se centra en cada emoción del toro para anticipar su próximo movimiento.

Otro aspecto que hace del Paso una danza tan emocionante de aprender es que permite contar una historia muy precisa a través de cada figura. Cada grupo de patrones de paso está claramente diseñado para expresar un elemento particular de la historia. El Gran Círculo es claramente la imagen del matador que se arremolina con su capa. La Pasada expresa que el capote se mueve de un lado a otro. Promenade Spins refleja un capote que gira. Coup de Pique es una representación de la victoria final sobre el toro (no se preocupe, no se daña a ningún toro en este baile). Los toques flamencos, aunque no tienen nada que ver con el capote o el toro, son una expresión del papel de la dama y de la dinámica entre las dos parejas.

Es realmente muy divertido interpretar este baile, especialmente con alguien que entienda esas caracterizaciones.

El matador en la plaza de toros no sólo es seguro y valiente, sino que es plenamente consciente de todo lo que le rodea. Es consciente de su propia postura, de su cuerpo, de su espacio. Es mentalmente fuerte. El protagonista de la danza debe transmitir estas mismas características si quiere realizar una actuación creíble.

Hay una especie de concentración de ambas partes en su actuación, al igual que el matador se concentra en cada emoción del toro para anticipar su próximo movimiento.

Todo lo que hace un torero es contrario al comportamiento humano normal. Cuando un toro embiste hacia ti, la respuesta natural sería descubrir lo rápido que puedes correr. El torero se queda quieto y en realidad atrae al toro hacia él, utilizando su capote y la forma de su cuerpo para engañar al toro para que no le vea por centímetros mientras embiste.

Los toreros son maestros de su movimiento. Cada acción tiene su lugar y utilizan estas acciones a la perfección, a veces suaves y pequeñas, a veces grandes y dramáticas.

La dama es igual de importante

El papel de la dama en esta danza es tan importante como el del hombre, aunque él sea considerado la estrella. Ella debe ser igual de fuerte, pero también fluida y suave, curvándose y fluyendo en respuesta a los movimientos de él. Además, ella tiene un papel clave como bailarina de flamenco. Estas bailarinas son increíblemente fuertes, seguras de su propia sensualidad y llenas de sabiduría. Al igual que el torero, son conscientes de cada parte de su cuerpo y la utilizan a la perfección, incluso sus dedos juegan un papel importante a la hora de atraer la mirada durante la actuación.

La dama es consciente de que este es un baile de hombres, y apoya esa realidad. Lo respeta. Disfruta de su fuerza y confianza. Le da la capacidad de asumir este papel y lo refuerza con sus propias acciones. Al mismo tiempo, sabe que la presencia de una dama hace que la danza funcione, por lo que entiende su propio papel en la actuación. Aunque no compite con él, es igual de poderosa e igual de importante en la historia general.

Cuando describo el tango, me gusta decir que la dama da permiso al hombre para tener el control. Ella sabe que, en última instancia, su propia sexualidad le controla a él, pero se entrega a él para que dirija sus acciones y respuestas. El Paso Doble no es diferente. La dama sabe que su compañero estaría limitado en su actuación, sin historia que contar si no tuviera capa, pero celebra su papel y lo apoya.

Estas son algunas de las razones por las que siempre me ha gustado el pasodoble. No es especialmente difícil de aprender, pero para muchas personas -especialmente las que carecen de confianza en sí mismas- puede ser un reto superar esas barreras internas y abrazar el baile. Si eres un bailarín social, prueba este baile y puede que encuentres una nueva fuente de confianza como intérprete.